martes, 13 de septiembre de 2016

Nunca supimos qué día cumplía Felipe los años. Nada decía. Como de tantas otras cosas. De casualidad lo supimos hace unos años. Pero no atendía a razones.. ¿"Con quién quiere hablar?", contestaba. "Tú sabes lo que tengo yo en la cabeza".

Se reservaba el derecho a ser el primero en felicitarnos, eso sí. No le ganaba nadie. Y a llegar el primero con el libro perfectamente envuelto, los dobleces primorosos, el cello tan bien cortado y tan estratégicamente puesto. El nombre escrito en la pegatina blanca. Nuestro nombre. 

Nunca hemos celebrado su cumpleaños y eso que es el mismo día que Maite. No se dejo engatusar. Él no cumplía años. Cumplía días, entregando cariño a manos llenos. 



Por cuanto hice y por cuanto dije
que no traten de encontrar quién era yo.
Un obstáculo se alzaba y transformaba
mis acciones y mi modo de vivir.
Un obstáculo se alzaba y me detenía
muchas veces cuando iba a hablar.
Mis acciones más inobservadas
y mis escritos más ocultos
-sólo por allí me entenderán.
Mas acaso no vale la pena gastar
tanta atención y tanto esfuerzo para conocerme.
Más tarde -en la sociedad más perfecta-
algún otro, hecho como yo,
ciertamente surgirá y actuará libremente.

"Lo oculto".
Constantino Cavafis. 1908.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Incluye aquí tu comentario